Memorial a un juez, pidiéndole por una viuda que la litigaban la vivienda
Juzgo, aunque os canse mi trato,
que no os ofendo, en rigor,
pues en cansaros, señor,
cumplo con vuestro mandato;
y pues éste fue el contrato,
sufrid mis necias porfías
de escuchar todos los días
tan continuas peticiones,
que aquestas mis rogaciones
se han vuelto ya letanías.
Una viuda desdichada
por una casa pleitea;
y basta que viuda sea,
sin que sea descasada.
De vos espera, amparada,
hallar la razón propicia
para vencer la malicia
de la contraria eficacia,
esperando en vuestra gracia
que le habéis de hacer justicia.
Juzgo, aunque os canse mi trato,
que no os ofendo, en rigor,
pues en cansaros, señor,
cumplo con vuestro mandato;
y pues éste fue el contrato,
sufrid mis necias porfías
de escuchar todos los días
tan continuas peticiones,
que aquestas mis rogaciones
se han vuelto ya letanías.
Una viuda desdichada
por una casa pleitea;
y basta que viuda sea,
sin que sea descasada.
De vos espera, amparada,
hallar la razón propicia
para vencer la malicia
de la contraria eficacia,
esperando en vuestra gracia
que le habéis de hacer justicia.