Décimas de Sor Juana Inés de la Cruz

Reconociendo el cabildo de Méjico el singular acierto que tuvo en la idea de un arco triunfal a la entrada del virrey, señor conde de Paredes, marqués de la Laguna, que encargó a soror Juana Inés, estudio de tan grande humanista y que ha de coronar este libro, la presentó el regalo que dice y agradece


Esta grandeza que usa
conmigo vuestra grandeza,
le está bien a mi pobreza
pero muy mal a mi musa.
Perdonadme si, confusa
o sospechosa, me inquieta
el juzgar que ha sido treta
la que vuestro juicio trata,
pues quien me da tanta plata,
no me quiere ver poeta.

No ha sido arco, en realidad,
quien mi pobreza socorre,
sino arcaduz por quien corre
vuestra liberalidad.
De una llave la lealtad
a ser custodia se aplica
del caudal, que multiplica
quien oro me da por cobre,
pues por un arco tan pobre,
me dais una arca tan rica.

Aun viendo el efecto, dudo
que pudiese el tiro errado
de un arco mal disparado
atravesar tanto escudo;
mas a mi silencio mudo
sólo obedecer le toca,
pues, por si replico loca
con palabras desiguales,
con tantos sellos reales
me habéis tapado la boca.

Con afecto agradecido
a tantos favores, hoy
gracias, señores, os doy,
y los perdones os pido
que con pecho agradecido
de vuestra grandeza espero,
y aun a estas décimas quiero
dar, de estar flojas, excusa;
que estar tan tibia la musa
es efecto del dinero.
 

Most Reading

statcounter